Una póliza CAR cubre una amplia gama de riesgos, como incendios, explosiones, terremotos, inundaciones, daños accidentales, robo, vandalismo y otros eventos imprevistos que puedan dañar la obra en construcción.
Normalmente, tanto los contratistas como los propietarios de proyectos de construcción pueden contratar una póliza CAR. El contratista generalmente toma la póliza para proteger su responsabilidad en la obra, mientras que el propietario puede requerir que los contratistas tengan una póliza CAR como parte de los requisitos contractuales.
Una póliza CAR cubre los daños materiales sufridos por la obra en construcción, incluyendo los costos de reparación o reconstrucción necesarios. Además, puede incluir una cobertura de responsabilidad civil para proteger al contratista en caso de reclamaciones de terceros por lesiones personales o daños a la propiedad causados por la obra en construcción.
La duración de una póliza CAR está determinada por el período de construcción del proyecto. Por lo general, la póliza abarcará desde el inicio de la construcción hasta la finalización de la obra, incluyendo el período de pruebas y puesta en marcha.